Más del 66% de startups de impacto aceleradas consiguen financiación

Ventajas Aceleración para Conseguir Inversión

En las 10 primeras ediciones de nuestro programa de aceleración con foco en los verticales de salud y calidad de vida (S2B Health&Care) y sostenibilidad y medio ambiente (S2B Tech4Climate) han participado 96 startups de impacto, de las cuales más del 66% ha conseguido financiación después de pasar por el programa, alcanzando, entre todas, la suma de 85 millones de euros. Ante estas cifras, la pregunta es inevitable, ¿contribuyen los programas de aceleración a mejorar la posición de las startups a la hora de conseguir financiación?


Programas de aceleración para startups

“No es el único factor, pero sí ayuda. Cuando una startup entra en un programa de aceleración, ya se han estudiado varios elementos de la compañía como el equipo impulsor, el modelo de negocio, la viabilidad de la idea o el impacto que genera, entre otros, y se ayuda a mejorar en todos esos aspectos a lo largo del programa, lo que puede facilitar parte del trabajo del financiador a la hora de evaluar una startup determinada”, apunta Javier de la Ossa, nuestro director de aceleración

“En nuestro programa de aceleración contamos con dos vías para ayudar a las startups. La primera, que llamamos impact growth, se inicia con un diagnóstico personalizado de la compañía, a partir del cual se marcan unos hitos a alcanzar y un plan de acción para la aceleración. La Fundación Ship2B, a través de diferentes actividades formativas y mentorías de nuestro equipo y nuestra red de expertos, apoya a la startup en el desarrollo de ese plan que tiene como objetivo de fortalecer la compañía para captar el interés de los inversores”, remarca de la Ossa. 

“En la segunda vía, denominada corporate venturing, realizamos un acompañamiento personalizado de la startup para diseñar, negociar e implementar una colaboración exitosa con una gran corporación. Esta colaboración se traduce, en muchos casos, en la realización de un piloto que permita testear y medir resultados para mejorar con los aprendizajes y hacer posible la implementación a escala del proyecto. Esta colaboración también puede convertirse en un factor para facilitar la financiación, ya que los inversores ven el potencial que tiene ese modelo de negocio y su puesta en marcha”, añade. 



Programas de venture philanthropy

“Los programas de aceleración y financiación que impulsamos desde el área de venture philanthropy para proyectos impact first tienen un funcionamiento similar a los que explicaba Javier de la Ossa, pero cuentan también con financiación propia. En este caso, los programas ponen mucho foco en el investment readiness y terminan con la presentación de un deck adaptado en un comité de inversión, que decide qué proyectos de los acelerados se financian”, explica Cristina San Salvador, directora del área de venture philanthropy y expansión. “Además de para recibir una primera financiación, esta herramienta sirve también como señal para el mercado, convirtiéndose en muchas ocasiones en palanca para otros financiadores”, añade San Salvador.

En otras palabras, los programas de aceleración permiten acceder a una red de networking y facilitar a los proyectos el acceso a la financiación mediante una red de inversores y un apoyo financiero personalizado, que se adapte a las necesidades de cada iniciativa. “Muchas veces resulta complicado acceder a la financiación necesaria para desarrollar en tiempo y forma un proyecto, por lo que esta parte del programa también es una gran ventaja para algunos participantes”, enfatizan de la Ossa y San Salvador.


Criterios de selección comunes

Desde el otro lado, Guillermo Sarrias, senior advisor en nuestra Fundación y responsable del vehículo Equity4Good, también remarca, del mismo modo que lo hacía Javier de la Ossa, que pasar por un programa de aceleración no siempre es sinónimo de conseguir inversión. “No obstante, sobre todo si se trata de la primera vez que una persona o un equipo se embarca en una startup, un programa de aceleración les va a dar mucha consistencia, porque les va a ayudar a pensar en todo lo que tienen que tener en cuenta antes de presentarse ante un inversor”, destaca Sarrias. 

“En primer lugar, generalmente las aceleradoras tienen unos criterios de selección de proyectos que son comunes de alguna manera con la inversión. Así, por ejemplo, un proyecto liderado por alguien que no está full time, difícilmente entrará a una aceleradora, así que, si un proyecto llega al inversor después de haber pasado por una aceleradora, ya te evitas tener que revisar algunas exigencias básicas. Además, si es una buena aceleradora, le ayudará a pensar y definir bien su modelo de negocio, a ver errores que puede tener, a hacer pruebas y a construir un business plan, que sea ambicioso pero realizable y que tenga buena pinta de cara a un inversor que lo va a analizar. También le ayudará a formar el equipo, si no lo tiene, que esté bien compensado con perfiles que respondan a las necesidades de la startup en aquel “, añade Sarrias.

Un último punto interesante que desarrolla nuestro senior advisor es la conveniencia de participar en un programa de una aceleradora especializada. “Por ejemplo, si hablamos de proyectos del ámbito de la salud, una aceleradora con foco en este sector, le va a poder acompañar de una manera mucho más intensa y le va a poder abrir contactos en el sector salud que le van a ayudar a escalar mucho. Además, normalmente las aceleradoras tienen partners y si esos partners son del mismo sector podrán ayudarle a escalar o, si más no, darle la visión de ellos como corporaciones ya avanzadas”. “En nuestro caso, además, al invertir en proyectos de impacto, el hecho de que la aceleradora por la que pasen, independientemente de que sea vertical o no, tenga como transversal valorar que los proyectos tengan que tener impacto, nos ayuda mucho, ya que cuando llegan a nosotros ya sabemos que ese punto está validado y certificado”, enfatiza Sarrias. 


El vehículo de inversión Equity4Good

Una muestra de la aportación de los programas de inversión a la cartera de los inversores es el propio Equity4Good. De las 23 startups invertidas, 14 provenían del programa de aceleración de Fundación Ship2B en sus verticales de S2B Tech4Climate y S2B Health&Care, lo que representa casi un 61% de la cartera”, explica Guillermo Sarrias. 

El vehículo apostó por Adan Medical, Admit Therapeutics, Berdac, Cebiotex, Dental Residency, MJN, Neki, Qida, Rehand, Psious, Pensium y Visualfy del vertical S2B Health&Care, y Ciclogreen y Solatom del vertical S2B Tech4Climate. Además, también forman parte de su cartera Agro Singularity, Devicare, Hannun, Smile & Learn, Nostoc y Worldcoo. En este período, Equity4Good ha realizado un exit, el de Koiki, y solo una startup ha dejado de operar.  

“La inversión en estas startups nos ha llevado a alcanzar el 71% de nuestros objetivos de impacto en los ámbitos de salud y calidad de vida, sostenibilidad y medio ambiente y educación. En números más tangibles, estas inversiones se han traducido en una reducción de gases de efecto invernadero de 129.091 toneladas, 224.498 estudiantes beneficiados y 9.965 personas que han mejorado su calidad de vida”, remarca Sarrias. 

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